¿Qué cosas NO son ideas para relatos cortos?

Me cae muy mal la gente que se cree original por hacer el mismo comentario que todo el mundo. No puedo soportarlo. Y con las ideas para escribir relatos cortos me pasa siempre lo mismo.

Cuando alguien descubre que toco el saxofón y no puede evitar compartir su comparación iluminada «¿El saxo? Como Lisa Simpson» ya me molesta bastante, pero la vena de la frente se me hincha con los que se piensan inteligentes al grito de «Ah si que tocás el saxofón, tocate ésta…».

No falta nunca tampoco el creativo televisivo que cuando les digo que trabajo haciendo programas de TV me comparte sus grandiosas ideas de juegos de preguntas y respuestas. Estos seres humanos hermosos terminan siempre con una aclaración que creen única «Para mí, éste programa lo conduce Marley y es un éxito».

Sin embargo, y aquí llegamos a lo que nos compete, hay un clásico cuando se enteran que escribo relatos cortos, cuentos de fútbol y obras de teatro. Siempre empieza así: «Escuchaste ésta Juaco, vos que sos escritor. Resulta que…». Por ese motivo, quiero compartir una lista de ideas extraídas de un montón de charlas que tuve en el último mes y que son DISPARADORES que hay que ver si llegan a convertirse en una idea:

• Una idea no es una imagen (No tío, no me sirve esa propuesta de «Está lloviendo. Es en el medio del bosque. Una chica camina llena de sangre)
• Una idea no es un diálogo (Tampoco puedo escribir la propuesta que me hiciste Lukete  de «entonces le dice: Vamos a buscar si hay lugar en el fondo. Y el otro le responde: es que en el fondo… pasó lo del fantasma».
• Una idea no es un final (No querido Juan, no me sirve esa idea que «termina que al final era un sueño y además estaba muerto… me falta bien lo otro».
• Una idea no es una anécdota (No Belén, no voy a escribir lo que nos pasó en San Javier con la ducha, es gracioso pero no creo que a nadie le importe).
• Una idea no es una época (Mamá basta de decirme que tengo que escribir algo de la época en que la abuela llegó en el barco).
• Por último, una idea no es un caso real (No Fredy, la vida de cualquier persona no da para una comedia musical).

Ahora ya están informados y, en tanto han sido debidamente notificados, tendré la posibilidad de abandonar el salón el grito irónico de «basta de ideas brillantes» la próxima vez que algo así suceda.