Empecemos por decir que mi esposa se trata, que mi hija se trata y que yo también me trato. Especialmente yo trato, pero no puedo. Tanto tremolo tratándose tristemente con tratamiento trucho que para tratar por tratarme hice trato y para tener un tratamiento triunfante decidí tratarme con el psicólogo… aunque esté a las claras que no lo necesito.
Con Belén, mi esposa, solemos hablar de todo lo que charlamos cada uno en terapia:
– ¿Cómo te fue hoy en terapia?
– Bien, me salió decirle que quiero matar a mi madre
– ¿Y qué te dijo?
– Terminamos por hoy.
Esa es una gran verdad de la psicología, vamos a terapia a hablar mal de nuestros padres. Tanto hablo mal de mi vieja que me parece justo que la que empiece a pagar sea ella. Porque dicen que vamos a terapia para ser felices pero saquemos esta cuenta: 800p la sesión, una vez por semana, cuatro veces al mes, 52 semanas en un año, a cinco años de terapia son: $208.000… a mi dame la guita esa y soy feliz sin necesidad de psicólogo.
Y lo hablé con mi madre y me dijo que si ella era así era por culpa de la abuela que de chiquita la había hecho otro tipo de terapia: chancletazo y cinturonazo… otros tiempos, jamás le haría eso a mis hijas si se portan mal… para eso me compré el revólver.
Es que los niños a veces son muy dificiles y ahora todos tienen diagnosticado TGD, que es como un grado chiquito de locura. Y como tiene locura, entonces lo mandan al nene al sicólogo y él lo-cura. ¡Ojo! Lo cura de curar, no de un sacerdote. Si al nene lo mandan al sacerdote quizás le hace otra cosa… lo limpia de pecado original y lo bendice.
– Tuve terapia hoy…
– ¿Y? ¿de qué hablaron?
– De nuestros problemas sexuales, me preguntó si teníamos orgasmos
– ¿Y vos qué le dijiste?
– Que no… Que tenemos OSDE
Hay quienes toman el origen de la psicología en el estudio de Pavlov con los perros y el reflejo condicionado. Para los que no lo conocen, Pavlov en un estudio tocaba timbres para darle de comer a unos perros. En un momento dejó de darles la comida pero continuó tocando los timbres y descubrió que, igualmente, los perros salivaban como si fueran a comer. Es decir, el descubrimiento de Pavlov fue que los hombres no eran los únicos a los que se les caía la baba por tocar los timbres.
– ¿Hablaste de tus miedos y esos sueños recurrentes?
– SI, me dijo que podría ser una cuestión medio fobígena, pero no creo.
– ¿Por qué no creés?
– Porque yo nunca vi ningún alienígena.
Y estas ideas de timbres son las que debe haber tomado Freud porque decía que todo en la cabeza se relaciona con el sexo, pero no creo que sea cierto. Eso lo decía Freud porque tenía la idea pi-FI JA… La idea fija. Freud, que pocos lo saben, además de Neurólogo era técnico de fútbol. Digo más, técnico Bilardista. Es de los que más se destacó en la elaboración teórica de los mecanismos de defensa.
Freud además dejó muchos términos que se usan en la jerga y el habla popular. Como hablar de signos fálicos, es decir ver pijas en cualquier dibujo, la idea de hacer terapia tirados en un diván, que te tiras y quedas divain… o el complejo del hipo, que, como todos saben se cura aguantando la respiración, o tomando agua de un vaso al revés.
– Hoy se quedó medio sorprendido mi sicólogo cuando le conté lo que soñé anoche
– ¿Qué soñaste?
– Nada raro, soñé que me la estabas chupando y de pronto te convertías en mi papá.
Hoy la mayoría de las personas en lugar del psicólogo van al coach o al consuling, que son maneras edulcoradas de ir a hacer terapia. Es decir, si no tenés huevos para afrontar tu propia locura hay una gente sin título que hace las veces de psicólogo. Y no me parece mal, porque la mayoría hoy por hoy vamos a terapia por cuestiones de autoestima. Quizás habría que probar a ver si mirando menos Instagram se logra ir menos al psicólogo.
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Juaco Stringa 
Gracias por la sonrisilla. Saludos.
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