Greenwich Village

De pronto mi esposa se me acercó y me dio primero un beso suave, luego uno mucho más apasionado. En cuestión de minutos mi mujer me tenía contra la pared del dormitorio. Con una mano me levantó un poco la remera, con la otra abrió el pantalón y recorrió mi cuerpo besándome desde el pechoSigue leyendo «Greenwich Village»